A menudo se cae en el error al pensar que la accesibilidad en piscinas es solo para usuarios de silla de ruedas y esto es solo una visión limitada de todo lo que puede hacer la accesibilidad en las piscinas. Al igual que en un edificio se pone una rampa de acceso para personas con discapacidad, y al final la usan las señoras con el carrito de la compra, las personas mayores y hasta el repartidor del butano, por poner algunos ejemplos, lo mismo ocurre con la grúa de piscina, aunque en un principio se diseñaron para personas con discapacidad hoy en día cada vez son más utilizadas por otros colectivos, embarazadas, lesiones transitorias, personas mayores o por simple comodidad. La tercera edad cada vez demanda más productos de accesibilidad, las piscinas adaptadas son uno de ellos, teniendo en cuenta lo beneficioso de la natación para el cuerpo humano, el aquagym (gimnasia acuática) o lo relajante del baño, con las grúas de piscinas conseguimos la plena accesibilidad en las piscinas Conseguimos una piscina para todos.

La accesibilidad no es sólo una necesidad para las personas con discapacidad, sino una ventaja para todos los ciudadanos.